Cada flor es un mundo, pero en este segmento te compartimos los cuidados básicos que sí o sí debés conocer para brindarle a tu ramo una vida óptima. 

1. Una vez que recibas tu pedido, liberá el ramo del envoltorio y de la banda elástica.
2. Cuidadosamente, con la ayuda de una tijera bien afilada y desinfectada, cortá las puntas de los tallos un centímetro en diagonal.
3. En un jarrón limpio, colocá ⅓ de agua fresca y acomodá las flores como más te guste.
4. Instalá el arreglo en un lugar ventilado y luminoso, lejos del sol y el aire acondicionado directos.
5. Día de por medio, renová el agua y repetí el corte de los tallos un centímetro en diagonal (esto no solo va a mejorar la hidratación y posponer la descomposición, sino que además, impedirá la formación de nidos de mosquitos).
6. ¡A disfrutar de tus flores frescas y contemplar todo su proceso!

Tip extra: podés agregar una gota de lavandina en el agua para evitar la propagación de gérmenes.